Para el festival de primavera en la escuela de Leo le han pedido que se disfrace. Y él, como buen niño, ha decidido ser el rey de la selva. Pero no cualquier León de poca monta, sino uno muy especial. Uno con el pelaje más bello de todo el mundo.
Así es, Leo, mi pequeño hijo de 7 añitos, ha decidido arrojarme un reto digno de una modista hecha y derecha. Quería un disfraz hecho a mano por su mamá de león. Y adivinen quien aceptó gustosa tan épico reto..
Me puse manos a la obra en cuanto me avisaron (que fue realmente con poco tiempo de anticipación, sólo me dieron una semana..!! 😱). Mande a comprar las cosas con mi esposo y Leo para que escogieran el color, siempre y cuando siguieran mis instrucciones de cantidad y materiales bajo la supervisión obviamente de mi querida Dulce.
En cuanto descansé, me puse a patronar con mis poquitos conocimientos en esto y logré a la primera sacar los moldes para el mameluco..!! (Un gran logro para mi, que en serio sólo conozco de manera intuitiva este mundo).
Pero me confíe y dejé pasar tiempo valioso. Para colmo, el hilo se me terminó y tuve que esperar 4 días en que llegara el repuesto. Aunado a que esa semana llegó una niña nueva a nuestro trabajo y tenía que enfocarme en educarla.. Valla que hubieron momentos en los que quería salir corriendo y olvidarme de esto, pero recordé porque acepté esto: Leo ama lo que yo hago para él, así que no me iba a rendir así como así.
Todavía Dulce aprovechó para tomarle las medidas a Osito para hacerle un disfraz a juego. Nada más a nosotras se nos ocurre.
Me desvelé varios días y me desmañané otros más. Sin embargo, el día más pesado fue el martes previo al día de entrega del disfraz (era para el miércoles 21 de Marzo). Yo tenía entendido que era para la tarde, y justo cuando llegue en la noche del martes dispuesta a trabajar hasta bien tarde solo para dejar para la mañana los toques finales, me avisan que tenían que llegar disfrazados desde la hora en la que entran, o sea, para las 7:30 de la mañana. 😨😨
Obviamente, eso no me iba a detener. La bronca es que me faltaba más del 50% del disfraz. Eso sólo significaba trabajar hasta terminarlo. Y eso fue lo que hicimos Dulce yo. Terminamos con todo y melena integrada a las 4:30 de la mañana.
"Si madame Coco pudo hacer un vestido en una noche, yo como no voy a terminar un disfraz"- festejaba en mi Facebook este triunfo. Ya en la mañana, obviamente no pude levantarme para llevarlo a la escuela, pero si para ir a su festival (que a mera hora movieron de horario y fue a las 11 de la mañana). Y fue un éxito..!! Estoy orgullosa de nuestro nuevo logro. Y vean nada más a Dulce..!! Brillábamos de alegría..!!
Les dejo las fotos del proceso, ya saben que me encanta compartir esto con ustedes..!!!