No hay nada más gratificante que poder ayudar a una causa tan noble como a la que nos invitó a todos los amantes de los gatos el Gato Fest de este año.
Se trataba de juntar 6 toneladas de alimento para gatos (tarea nada fácil como están los tiempos austeros de los bolsillos mexicanos) pero que fácilmente superamos con la ayuda de todos. Y valla que fue épico.
Tomamos la línea 12 del metro, y fue bastante divertido llegar. Al momento nos fotografiaron y regalaron una pulsera para conmemorar la donación. Mi hijo era el más entusiasmado, y Dulce y Levi corrieron a curiosear las carpas llenas de gatos por doquier: adopciones, arte, talleres, pláticas.. No acabaría de contar cuantas cosas habían.!!
Los diversos expositores eran representantes de varios albergues y con la compra de sus productos ayudabas también a la situaciones por las que cruzan este tipo de centros. Yo no me quedé atrás y mi familia me regaló una taza de gato y un par de aretes preciosos.
Después de un rato partimos nuevamente a la aventura, y nuestro siguiente destino fue la Friki Plaza en la cual comimos un delicioso Ramen, una Yakisoba y unos panes al vapor (Baozi) de chocomenta (por eso el peculiar color verde); y todo producto de la casualidad al perdernos por la plaza..
¡¡Fue una tarde llena de una grata satisfacción de ayudar a quienes más lo necesitan y nuevamente un gran día familiar, gracias al esfuerzo de mi esposo y a la algarabía de Leo, Dulce y Levi..!!
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